La periferia de San Miguel de Tucumán es epicentro del acarreo de votantes. Miles de autos identificados con las letras de punteros y hasta de legisladores sirven para llevar a la gente hasta las escuelas.
A cada chófer se le paga $ 5.000. Y los mismos votantes, sin identificarse aseguran que les prometieron $ 1.000 a cada uno. Deben llevar el troquel que les entregan luego de sufragar y en algunos comercios identificados le entregan el dinero o vales por mercadería.
En el microcentro, al contrario, no se vio acarreo. Hasta el momento, a pesar de lo que se ve, no hubo denuncias en la Justicia Federal.